+ Por la Señal de la Santa Cruz+
“COMO EL GRANO DE TRIGO”
Queridos Hermanos: En este cuarto día de la novena a nuestro Santo Patrono “San Martín de Porres”, le pidamos que nos enseñe a consolar a los más necesitados.
Que sepamos con una acción, con un gesto, una oración o una asistencia, poder aliviar sus males.
Oración Inicial
Señor Jesucristo, que ha venido a la tierra para enseñarnos a vivir como hombres y como hijos de Dios. Tú, que llamaste a San Martín de Porres a tu seguimiento y El, respondió a tu llamada con una vida de identificación total por el amor contigo en la cruz y de entrega generosa, sacrificada y alegre a todos los necesitados sin distinción de raza, credo o color. Concédenos en estos nueve días que consagramos a la veneración e invocación de tu siervo, saber imitar su vida de fidelidad a las bienaventuranzas y sus ejemplos de caridad universal, de manera que, al invocar confiadamente su intercesión, obtengamos el auxilio de nuestras necesidades.
Amén.
Reflexión
San Martín, obedeciendo el mandato de Dios, se ejercitaba intensamente en la caridad para con sus hermanos, caridad que era fruto de su fe íntegra y de su humildad. Amaba a sus prójimos y enemigos porque los consideraba verdaderos hijos de Dios y hermanos suyos, y los amaba aún más que así mismo, ya que su humildad los consideraba a todos más justos y perfectos que él.
A cada intención respondemos: “San Martín de Porres, que aprendamos a ser misericordiosos”
- Para que la Iglesia tenga su lugar en la sociedad actual.
- Para que escuchemos, contengamos, amemos y respetemos a nuestros sacerdotes.
- Para que no seamos indiferentes antes las necesidades de los hermanos.
- Para que se intensifique el diálogo entre los que gobiernan nuestra Patria y el Pueblo.
- Para los que tienen de más, que lo compartan con los que menos tienen y lo necesitan.
- Para que en nuestra comunidad cristiana y familias, se intensifique el diálogo entre sus miembros.
Le pidamos a Jesús que nos enseñe a experimentar la misericordia con nuestro prójimo, con ese hermano que nos necesita y que a veces no queremos ver o escuchar. Que tu misericordia sea la mía, Señor. Ayúdame a serte fiel y servirte en tu Reino. Así sea.
Padre Nuestro…
Ave María…
Gloria…
Oración Final
San Martín de Porres, hermano mío, atiéndeme.
En mis penas y tribulaciones, consuélame.
En mis peligros y adversidades, socórreme.
En mis flaquezas y tentaciones, protégeme.
En mis dolencias y enfermedades, socórreme.
Dame la salud si me conviene y líbrame de cualquier mal del cuerpo y del alma.
Bondadoso y compasivo hermano mío, óyeme. En las angustias de mi pobreza, confórtame.
En los quebrantos de mis infortunios, sálvame.
En mis agobios y desalientos, ampárame.
Ahora y siempre con tu ejemplo, enséñame a tomar cada día mi cruz.
Amén.
“San Martín de Porres, que tu santidad,
nos ayude a defender y amar la vida”