RÍO DE JANEIRO, 01 Ago. 13 / 06:17 am (ACI/EWTN Noticias).- Nathan de Brito, el niño que hizo llorar al Papa Francisco con un fuerte abrazo y su deseo de ser sacerdote, en las calles de Río de Janeiro en su reciente viaje a Brasil, fue recibido como un héroe por sus compañeros de colegio en el reinicio de clases este 30 de julio.
Según informa la cadena O Globo de Brasil, Nathan fue recibido entre vivas, abrazos y un ambiente de gran alegría entre sus compañeros de ecuela en Cabo Frio, Región de los Lagos de Rio. “Fue recibido como un héroe por sus colegas de una escuela municipal en donde estudia en el barrio de Passagem”.
Con su uniforme y una cruz en el pecho, la que todos y cada uno de los jóvenes participantes de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Río recibieron, Nathan también fue acogido en medio de aplausos.
“Todos, que ya sabía de su deseo de ser sacerdote, querían saber cómo fue el encuentro con el Papa y cómo el pequeño tuvo el valor de superar a los agentes de seguridad”, señala el medio de prensa.
Los amigos del pequeño afirman que es una gran emoción saber que uno de los suyos pudo estar muy cerca con el Papa y la familia del niño señala que ellos también “se sienten ahora bendecidos”.
“Tengo que aprender un poco de teología” y otras cosas, dijo el pequeño Nathan cuyo nombre fue escogido por sus padres porque significa “regalo de Dios”, y asegura que está listo para aprender “todo” lo que le exija la vocación sacerdotal.
Entrevista por O Globo, una de sus profesoras, Keyla Fernandes, destacó que el niño “tiene un óptimo rendimiento escolar y un buen comportamiento. Ese buen comportamiento deja ver los principios cristianos bien arraigados como el de la obediencia”.
Para el sacerdote Valdir Mesquita, párroco de la Iglesia Nossa Senhora de Asunçao a la que suele acudir Nathan, el encuentro del Papa con el niño “va a servir de inspiración para muchos otros que desean ser sacerdotes”.
“Desde que era más chiquito, desde los 5, 6 años, él ya comentaba que quería ser sacerdote. Ciertamente este encuentro va a estar en su corazón y marcará para siempre su vida”, agregó.
El 26 de julio Nathan superó la barrera de seguridad, llegó al papamóvil y pudo abrazar al Papa Francisco varias veces, le contó de su deseo de sacerdote y el Santo Padre le ofreció que rezaría por él.
Nathan se resistía a que lo alejen del Santo Padre, sujetándose con todas su fuerzas al papamóvil. Luego que el Papa Francisco le diera la bendición, uno de los guardias de seguridad logra desprenderlo del vehículo y el niño con los ojos lleno de lágrimas se lleva las manos al pecho y cubre su rostro para seguir llorando, mientras era acompañado por el guardia que trataba de consolarlo hasta llegar donde estaba un familiar entre la multitud.
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