viernes, 18 de marzo de 2022

PRIMER DÍA DEL TRIDUO A SAN JOSÉ

 


Queridos hermanos: Hoy comenzamos el triduo a San José, padre adoptivo de Jesús, esposo de la Virgen María y Patrono de la Iglesia Católica. San José te pedimos encontrar en vos, a un padre y amigo, y que, con su poderosa intercesión, nos alcance de Dios, aquellas gracias que sean necesarias para la familia, la comunidad, para nosotros y para toda la Iglesia de Jesucristo.
Ofrecemos el rezo del santo Rosario: hoy contemplamos los Misterios Gloriosos.
Al terminar de rezar el santo rosario, en este primer día del triduo contemplamos A SAN JOSÉ CUANDO POR MEDIO DEL ÁNGEL DE DIOS, RECIBE LA RESPUESTA QUE NECESITA
La palabra de Dios nos dice en Mateo 1, 20-25
“El Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrada en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos los pecados”. “Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: “Dios con nosotros”. “Al despertar, José hizo lo que el Ángel del señor le había anunciado: llevó a María a su casa, y sin que hubieran hecho vida en común, ella dio a luz un hijo, y él le puso el nombre de Jesús”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión

Así como Dios hizo con María cuando le manifestó su plan de salvación, también a José le reveló sus designios y lo hizo a través de sueños que, en la Biblia, como en todos los pueblos antiguos, eran considerados uno de los medios por los que Dios manifestaba su voluntad.
Querido san José, tú sabes por experiencia propia, que después de la noche, viene el día y, después de la tempestad, regresa la calma. Así sucede cuando nosotros, al igual que tú, obramos con fidelidad hacia Dios y hacia nuestros hermanos.
Hoy te damos gracias, ya que siempre estuviste abierto para oír la voz de Dios y de sus ángeles, y, con un corazón transformado por el don de la humildad, le obedeciste con plena confianza.
Te pedimos san José, que intercedas por nosotros, para que, acallando tanta ansiedad, tantos ruidos exteriores e interiores, crezca en nosotros, el deseo de escuchar la voz de Dios, y se fortalezca la virtud de la humildad para obedecerlo aún en las sencillas cosas que cada día, Él nos sugiere, siguiendo las inspiraciones que nos manda por medio de sus ángeles.

A cada intención respondemos: Por San José, recíbelas Señor

- Te entregamos Jesús, las situaciones de la vida que nuestro entendimiento no logra comprender y nos agobian. Oremos…
- Te entregamos Señor Jesús, nuestros temores y las situaciones de la vida que no sabemos cómo resolver. Oremos…
- Te ofrecemos Jesús, nuestros sueños, proyectos y anhelos más profundos. Oremos…
- Te entregamos Jesús, nuestro deseo de seguir mejorando cada día, creciendo en humildad, servicio y santidad. Oremos…
- Te entregamos Jesús, todas las intenciones que tenemos en nuestro corazón. Oremos…
Señor, Dios mío: en tus manos, ponemos nuestra vida, la familia, la comunidad, la Iglesia universal, para alcanzar por la intercesión de San José, todas tus promesas de bendición.

Oración Final

Salve, custodio del Redentor y esposo de la Virgen María. A ti Dios confió a su Hijo, en ti María depositó su confianza, contigo Cristo se forjó como hombre. Oh, bienaventurado José, muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la vida. Concédenos gracia, misericordia y valentía, y defiéndenos de todo mal. Amén.
Te pedimos san José que, con la misma ternura que cuidaste al Hijo de Dios, nos cuides también a nosotros.