viernes, 4 de enero de 2013

DEVOCIÓN AL "SAGRADO CORAZÓN" - LA "DIVINA MISERICORDIA" Y EL "SAGRADO CORAZÓN" - PRIMER VIERNES DE MES: DEDICADO AL "SAGRADO CORAZÓN"


¿Quién es el Sagrado Corazón?

Es el mismo Jesús.

¿En qué consiste la devoción?

En venerar ese Corazón Sagrado que late en el pecho del Señor y con el que simbolizamos a Jesús, quien nos ama con amor eterno e infinito. Amor manifestado en cada momento de su vida, especialmente en su Pasión, y que trasciende en la Sagrada Eucaristía.
 
¿Qué nos pide el Señor a cambio de su Amor?

Amor y reparación por el poco amor que le tenemos y las muchas ofensas con que lo herimos.
 
¿Qué significa reparar?

Nuestros pecados e ingratitudes lastiman el Corazón de Jesús. Hacer reparación significa ofrecerle al Señor, con amor, nuestras cruces y los sacrificios, privaciones, oraciones y actos de caridad que hacemos, compensando de esa manera tantas ofensas y desprecios a su Amor.
 
¿Por qué nuestro Señor decide mostrarnos y destacar su corazón?
 
Nos cuenta Margarita en sus “Memorias”, que el 16 de Junio de 1675, Jesús le siguió diciendo que “quería suscitar en este mundo tan frío, tan falto de amor, una nueva primavera de entrega de Él por medio de la devoción a su Corazón, símbolo y sede de su Amor Redentor”. Y que ella era la elegida para dar a conocer este misterio, escondido en Dios desde el principio de los tiempos.

“En el interior de tu pecho -le dijo Jesús-, he introducido una tenue chispa de sus llamas para que te sirva de corazón y siga ardiendo hasta el último instante de tu vida”. Y esa llama Divina que Cristo infundió en el alma de Margarita María habría de encender al mundo.

Y nosotros, Señor, tus humildes siervos, te suplicamos que enciendas también nuestros pobres corazones con la llama de tu Amor, para que ya no seamos nosotros los que vivimos, sino tu Corazón que vive en nosotros.


La “Divina Misericordia” y el “Sagrado Corazón”

En las revelaciones que, bajo la devoción de la Divina Misericordia, el Señor da a Sor Faustina Kowalska entre 1931 y 1938, se vuelve a destacar lo dicho por Jesús a Margarita, en especial su promesa: “Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente y el océano infinito de mi misericordia”.

Vemos aquí la profunda unión que hay entre estas dos devociones a Nuestro Señor Jesucristo: el Sagrado Corazón y la Divina Misericordia.

Jesús pidió a Sor Faustina que pintara una imagen, según ella lo veía, con la inscripción: “Jesús en Vos confío” abajo. En ella se observa al Señor vestido con una túnica blanca, una mano levantada para bendecir, mientras con la otra toca la túnica a la altura del pecho, desde el cual sales dos grandes rayos de luz.

Jesús le dice: “Los dos rayos significan la Sangre y el Agua. El rayo blanco representa el Agua que justifica a las almas: el rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas. Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de mi Misericordia en el mismo instante en que mi Corazón, que acababa de emitir su último latido, fue abierto en la Cruz, con la lanza”.

Te invitamos a conocer más, sobre la Devoción al Sagrado Corazón de Jesús, visitando el siguiente enlace:

Promesas del Sagrado Corazón de Jesús – Condiciones para alcanzar las gracias


Jesús, en Vos, Confío!!