viernes, 3 de febrero de 2012

HORA SANTA POR LAS VOCACIONES



+ Por la Señal de la Santa Cruz +

Queridos Hermanos, como cada primer jueves de mes, ante Jesús presente en el Altar, rezamos por los sacerdotes, religiosas, diáconos, laicos y por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas.


Pedimos perdón

Señor, hoy nuevamente te pido perdón, no sólo por mis pecados, sino también por los de toda la humanidad.
Yo también quiero renovar mi perdón. Y te pido la gracia necesaria.
Me perdono a mí mismo por todos los errores del pasado remoto y del pasado próximo. Perdono a todos aquellos que de algún modo me ofendieron o hirieron. Perdono las circunstancias de la vida en las cuales te culpé o responsabilicé.
Líbranos, Señor, de todo rencor y danos tu perdón.
Dame tu paz y tu gracia y ellas me alcanzan. Así sea.

Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía Señor Tu Santo Espíritu, por medio del corazón inmaculado de la Virgen María y renueva la faz de la tierra.


Canto


San Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars, el Patrono de los sacerdotes dijo:
Si desapareciese el sacerdocio, no tendríamos al Señor.
¿Quién lo ha puesto en el Sagrario? El sacerdote
¿Quién ha recibido vuestra alma apenas nacido? El sacerdote
¿Quién la nutre para que pueda terminar su peregrinación? El sacerdote
El sacerdote, siempre el sacerdote. Después de Dios, el sacerdote lo es todo… El mismo sólo lo entenderá en el cielo.


Jesús, Eterno Sacerdote, danos santos sacerdotes, santos religiosos, laicos santos, que trabajen por tu Iglesia.
Cubre con tu Preciosa Sangre, a todos los obispos.
Ten piedad de ellos y líbralos de todo mal, de toda tentación, ahora y siempre.
Que el inmaculado Corazón de nuestra Madre la Virgen María, reprenda con su fuerza santísima, a todo enemigo de Dios y de su Iglesia. Amén.


Padre Nuestro – Ave María Gloria – Canto


“… Satanás no ha cesado de querer devastar la Iglesia de Dios, atacando de manera particular, a los sacerdotes de Jesús.
Satanás, no logrando destruir a Dios, ataca a quienes nuestro Señor más ama, a sus sacerdotes y consagrados.
Ellos son el bocado preferido del maligno, por lo cual los embiste desde todos los flancos posibles; y ellos precisan la oración de protección hecha, no solo por ellos mismos, sino también por todos los laicos de sus comunidades y por todos los católicos.
El maligno intuye cuáles son los dolores del sacerdote que aún no han sido totalmente entregados a Dios. El maligno olfatea las heridas abiertas, que todavía no han sido sanadas del todo. El príncipe de la mentira da vueltas, buscando los puntos débiles donde entrar con sus tentaciones.
El maligno también sabe cómo tocar y manejar las cuerdas de los enemigos de Dios y de la Iglesia: los Pilatos, los fariseos, los Herodes, los Judas de ayer y de hoy, al respecto, Dios nos advierte a través de los labios de Pedro: “Sean sobrios y estén siempre alerta, porque su enemigo, el demonio, ronda como un león rugiente, buscando a quien devorar” (1Pedro 5,8).
Satanás sabe que hiriendo al pastor, dispersará a las ovejas de su rebaño. (Mt. 26, 31)
“… Jesús nos sigue repitiendo a todos: sacerdotes, obispos, religiosos y laicos: Estén prevenidos y oren para no caer en la tentación, porque el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil” (Mt. 26, 41)


Jesús, queremos orar por nuestros sacerdotes y diáconos.

El Papa Benedicto XVI en su carta a los presbíteros del mundo dijo: El sacerdocio es el amor del corazón de Jesús, tal como lo repetía con frecuencia el santo Cura de Ars. Esta conmovedora expresión nos da pie para reconocer, con devoción y admiración, el inmenso don que suponen los sacerdotes, no sólo para su Iglesia, sino también para la humanidad misma. Tengo presente a todos los presbíteros que con humildad repiten, cada día, las palabras y los gestos de Cristo a los fieles cristianos y al mundo entero, indentificándose con sus pensamientos, deseos y sentimientos, así como su estilo de vida.
¿Cómo no destacar sus esfuerzos apostólicos, su servicio infatigable y oculto, su caridad que no excluye a nadie? ¿Qué decir de la fidelidad entusiasta de tantos sacerdotes que, a pesar de las dificultades e incomprensiones, perseveran en su vocación de “amigos de Cristo”, llamados personalmente, elegidos y enviados por el?
Jesús, te pedimos purifique el alma de los sacerdotes y diáconos que están atravesando alguna crisis profunda y les concedas una renovada fidelidad.
Concédeles a tus sacerdotes y diáconos, la docilidad a tu Santo Espíritu, junto con el fervor y la alegría.
Bendice a tus sacerdotes y diáconos que están sirviendo en zonas de riesgo.
Jesús, Buen Pastor, Bendice a tus sacerdotes y diáconos, y concédeles la creatividad espiritual para ganar la mayor cantidad de almas para tu Reino.


Padre Nuestro – Ave María – Gloria - Canto


Jesús, queremos orar también, por todos los religiosos y consagrados

San Juan María Vianney dijo: No hay dos maneras buenas de servir a Dios. Hay una sola: servir como Él quiere ser servido. Hacer sólo aquello que puede ser ofrecido al Buen Dios.

Jesús, Infunde tu Espíritu Santo a quienes se han consagrado a ti en obediencia, pobreza y castidad.
Bendice el servicio de las monjas y monjes de clausura, de quienes se han consagrado a ti en el campo de la salud.
Te pedimos por quienes se han consagrado a ti, en el campo de la educación, la cultura y la Evangelización.
Oramos, por quienes te sirven en la vida fraterna y comunitaria, como almas reparadoras y por quienes te sirven en lo más pobres.
A todos ellos, a todos los religiosos y consagrados, los ponemos en tus benditas manos, implorando tu bendición.


Padre Nuestro – Ave María – Gloria – Canto


Jesús, que sientes compasión al ver la multitud que está como ovejas sin pastor, suscita, en nuestra Iglesia, una nueva primavera de vocaciones.
Te pedimos que envíes: sacerdotes según tu Corazón que nos alimenten con el Pan de tu Palabra y en la mesa de tu Cuerpo y de tu Sangre; consagrados que, por su santidad, sean testigos de tu Reino; laicos que, en medio del mundo, den testimonio de ti con su vida y su palabra.
Buen Pastor, fortalece a los que elegiste; y ayúdalos a crecer en el amor y santidad para que respondan plenamente a tu llamada.
María Madre de las vocaciones, ruega por nosotros. Amén.
Meditamos las palabras de San Juan María Vianney cuando dijo: ¡Oh, qué grande es el sacerdote! Si se diese cuenta, moriría… Dios le obedece: pronuncia dos palabras y nuestro Señor baja del cielo al oír su voz y se encierra en una pequeña Hostia…


Jesús, oramos por los seminaristas y religiosos en formación de todas las diócesis del mundo.

Bendice a todos los aspirantes y postulantes de todas las órdenes y congregaciones religiosas.
Te pedimos que les concedas un corazón recto para buscar en todas las cosas y en todo momento tu bendita Voluntad.
Sana sus corazones de todas las heridas recibidas a lo largo de la vida.
Transforma sus corazones a semejanza de tu Divino Corazón y del Inmaculado Corazón de María.
Concédeles la docilidad a tu Santo Espíritu, el fervor, la alegría y transforma su personalidad, según tu Divina Voluntad. Amén



Padre Nuestro - Ave María – Gloria- Canto


Jesús, oramos también por los jóvenes a quienes Dios llama a la vida sacerdotal y religiosa

Tú nos dices en tu Palabra: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para su cosecha”.
Por ello te pedimos que abras los oídos u los corazones de aquellos jóvenes a quien hoy estás llamando.
Ilumina las mentes de esos jóvenes a quienes hoy llamas a dejarlo todo para entregarte sus vidas.
Fortalece a quienes quieres hacer felices en la vocación sacerdotal y religiosa.
Te pedimos, Señor, que a semejanza de la Virgen María, les concedas el don del sí, a quienes estás llamando a tu seguimiento.
Dales un corazón generoso para entregarte todo aquello que aman y que está impidiendo tomar la decisión de entrar en el seminario o en la vida religiosa.
Que ninguno de ellos, sean como el joven rico, que se marchó con su tristeza a cuestas por darte su sí.
Jesús, Sumo Sacerdote, te pedimos que los jóvenes a quienes estás llamando, sepan discernir los carismas y el seminario o congregación en el cual Tú los quieres.
Señor, que los seminarios y casa de formación, sean casas de Nazareth, ámbitos sanos y sanadores y que los formadores sean hombres y mujeres según tu Santo Espíritu.
Jesús, te pedimos que les concedas a los padres de los jóvenes a quienes llamas, la generosidad para acompañar prudentemente a su hijos en la decisión que tomen. Amén


Padre Nuestro – Ave María – Gloria - Canto

Hora Santa realizada en base al libro: "Rosario por los sacerdotes" - Autor: Gustavo E. Jamut

Cada primer jueves de mes, oramos por los sacerdotes, consagrados, laicos y por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas.
La Hora Santa, inicia a las 19:00 hs, con la Exposición del Santísimo, -realizada por el Padre Claudio-, siendo responsabilidad de las distintas instituciones que conforman la Vicaría, la organización de las oraciones para dicha Hora Santa, correspondiendo el jueves 2 de Febrero de 2012, a Cáritas "San Martín de Porres".

Jesús Sumo Sacerdote, envíanos santos sacerdotes, según tu Divino Corazón!