domingo, 8 de enero de 2012

EN EL BAUTISMO DE JESÚS: RECORDAMOS NUESTRO BAUTISMO!

Con el Bautismo de Jesús termina el tiempo de Navidad y comienza el tiempo ordinario.

Jesús comienza su vida pública después que se hace bautizar por San Juan el Bautista en el Río Jordán (Mt 3, 13) y, después de su Resurrección confiere esta misión a los Apóstoles: “Id y, pues y haced mis discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado” Mt. 28, 19-20.

Jesús se sometió voluntariamente al bautismo que estaba destinado a los pecadores, para cumplir con “toda justicia” Mt. 3, 15. El Espíritu desciende sobre Cristo y el Padre manifiesta a Jesús como su “Hijo Amado” Mt 3, 16-17.

El Bautismo de un niño supone la Fe de la Familia, que ella acepta a Jesús y que la familia tenga una coherencia de vida con lo que Jesús nos manda hacer. Que la familia viva de tal modo que cuando su hijo sea grande, elija con plena conciencia a Jesús y ser cristiano.

Por la Fe y el Bautismo, Jesús nos llama a una Nueva Vida, nos hace nacer como Hijos de Dios y nos convierte en Templos de su Espíritu.

El bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, es el pórtico de la vida en el espíritu y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos.

Qué hace en nosotros el Bautismo?

* Nos convierte en Hijos de Dios,

* Nos libera de toda mancha de pecado, tanto original como personal y de sus consecuencias. (Toda mancha es aquello que no nos permite estar en Gracia de Dios). Es decir nos da la Gracia Santificante,

* Nos incorpora a la Iglesia de Cristo siendo partícipes de su misión, con derecho a disfrutar de sus privilegios y la obligación de cumplir sus leyes.

* Nos convierte en una Nueva Criatura, renacemos a una nueva vida, la vida de Cristo. Con el bautismo morimos al hombre viejo y resucitamos a una nueva vida, y por ello comenzamos a ser: Miembros de Cristo,

* Somos liberados de las tinieblas y Jesús se convierte en Luz para nuestras almas,

* Nos hace partícipes de la naturaleza divina e hijos de adopción,

* Nos convierte en Templos del Espíritu Santo,

* No hace Herederos del Cielo,

* Nos hace idóneos para recibir los demás sacramentos.


El Bautismo es el sacramento del nuevo nacimiento por medio el agua y del espíritu, pasando a formar parte de la gran familia cristiana.

Recomendamos leer el Catecismo de la Iglesia Católica

desde el Número 1210 al 1274


Recordemos nuestro Bautismo

Hoy, el sacerdote al asperjarnos con el agua bendita, recuerda que por el agua y el Espíritu y gracias a la Fe, de nuestros padres y padrinos, el Señor nos convirtió en sus Hijos, y por lo tanto miembros de la gran familia cristiana.

Es un día para recordar nuestro Bautismo, el de nuestros hijos y de todos los bautizados. ¿Sabés cuando fuiste bautizado? ¿En que iglesia te bautizaron? ¿El nombre de quien te bautizó? ¿Tenés el certificado de tu bautismo?

En la Pila Bautismal, morimos al hombre viejo, al hombre de pecado y nacemos a una vida nueva, a la vida de Hijos de Dios y Herederos de su Reino. Por eso el día de nuestro bautismo, es nuestro cumpleaños. Ese día, dejamos la ropa vieja y nos pusieron uan ropa nueva (el paño blanco), nos revistieron de Cristo.

En este día, recemos especialmente por el sacerdote que nos bautizó, por quienes ofrecieron su servicio en las charlas de preparación para recibir el sacramento, por nuestros padres, padrinos y por quienes pidieron al sacerdote que nos bautice.

No solo este día debemos recordar nuestro bautismo, sino que, el día en que fuimos bautizados, vayamos a la iglesia, anotemos nuestras intenciones en la Santa Misa, dando gracias a Dios, por quienes por su Fe, nos hicieron el mejor regalo, nos hicieron Hijos de Dios.

Y si nos bautizamos siendo grandes, demos gracias a Dios, porque su Espíritu Santo obró, para que con plena conciencia y libertad, decidiéramos nacer de nuevo.

El Bautismo de Jesús, nos debe llevar a reflexionar sobre nuestro propio bautismo y recordar que desde ese día, se nos confiere la triple misión de ser sacerdotes, profetas y reyes.

¿Cumplimos con esta triple misión?

Desde el bautismo, estamos llamados a ser Luz, a reflejar a Jesús, con nuestra vida!

Liturgia

Primera Lectura: Lectura del libro de Isaías - Is 55, 1-11

Así habla el Señor: ¡Vengan a tomar agua, todos los sedientos, y el que no tenga dinero, venga también! Coman gratuitamente su ración de trigo, y sin pagar, tomen vino y leche. ¿Por qué gastan dinero en algo que no alimenta, y sus ganancias, en algo que no sacia? Háganme caso, y comerán buena comida, se deleitarán con sabrosos manjares. Presten atención y vengan a mí, escuchen bien y vivirán. Yo haré con ustedes una alianza eterna, obra de mi inquebrantable amor a David. Yo lo he puesto como testigo para los pueblos, jefe y soberano de naciones. Tú llamarás a una nación que no conocías, y una nación que no te conocía correrá hacia ti, a causa del Señor, tu Dios, y por el Santo de Israel, que te glorifica. ¡Busquen al Señor mientras se deja encontrar, llámenlo mientras está cerca! Que el malvado abandone su camino y el hombre perverso, sus pensamientos; que vuelva al Señor, y él le tendrá compasión, a nuestro Dios, que es generoso en perdonar. Porque los pensamientos de ustedes no son los míos, ni los caminos de ustedes son mis caminos ?oráculo del Señor? Como el cielo se alza por encima de la tierra, así sobrepasan mis caminos y mis pensamientos a los caminos y a los pensamientos de ustedes. Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo y no vuelven a él sin haber empapado la tierra, sin haberla fecundado y hecho germinar, para que dé la semilla al sembrador y el pan al que come, así sucede con la palabra que sale de mi boca: ella no vuelve a mí estéril, sino que realiza todo lo que yo quiero y cumple la misión que yo le encomendé.

Palabra de Dios.

Salmo: Sal. Is 12, 2-6

R. Sacarán agua con alegría de las fuentes de la salvación.

Este es el Dios de mi salvación: yo tengo confianza y no temo, porque el Señor es mi fuerza y mi protección; él fue mi salvación. R.

Ustedes sacarán agua con alegría de las fuentes de la salvación. Y dirán en aquel día: Den gracias al Señor, invoquen su Nombre, anuncien entre los pueblos sus proezas, proclamen qué sublime es su Nombre. R.

Canten al Señor porque ha hecho algo grandioso: ¡que sea conocido en toda la tierra! ¡Aclama y grita de alegría, habitante de Sión, porque es grande en medio de ti el Santo de Israel! R.

Segunda Lectura: Lectura de la primera carta de san Juan - 1Jn 5, 1-9

Queridos hermanos: El que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y el que ama al Padre ama también al que ha nacido de él. La señal de que amamos a los hijos de Dios es que amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos. El amor a Dios consiste en cumplir sus mandamientos, y sus mandamientos no son una carga, porque el que ha nacido de Dios, vence al mundo. Y la victoria que triunfa sobre el mundo es nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Jesucristo vino por el agua y por la sangre; no solamente con el agua, sino con el agua y con la sangre. Y el Espíritu da testimonio porque el Espíritu es la verdad. Son tres los que dan testimonio: el Espíritu, el agua y la sangre; y los tres están de acuerdo. Si damos fe al testimonio de los hombres, con mayor razón tenemos que aceptar el testimonio de Dios. Y Dios ha dado testimonio de su Hijo.

Palabra del Señor.

Evangelio: Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos - Mc 1, 7-11

Juan Bautista predicaba, diciendo: Detrás de mí vendrá el que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de ponerme a sus pies para desatar la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo". En aquellos días, Jesús llegó desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán. Y al salir del agua, vio que los cielos se abrían y que el Espíritu Santo descendía sobre él como una paloma; y una voz desde el cielo dijo: "Tú eres mi Hijo muy querido, en ti tengo puesta toda mi predilección".

Palabra de Dios.