En la Jornada Mundial del Enfermo, nos reunimos en torno a nuestra Madre de Lourdes, para pedirle a Ella, por todos nosotros, los enfermos del cuerpo y del alma.
La Virgen, ingresó al Templo, acompañada por un grupo de hermanos.
Luego de la Santa Misa, la Madre, caminó entre sus hijos, reunidos en la Vicaría para rezarle.
La imagen bendita, fue expuesta en el centro del Templo, invitándonos el Padre Claudio, a tomar gracia y entregarle a la Virgen todas nuestras intenciones.
En la Consagración, el sacerdote nos invitó a entregarle a Jesús todos nuestros dolores, enfermedades, tristezas, etc. Luego, nos pidió que, al llegar a tomar gracia de la Virgen, le entregáramos aquello que ya le habíamos entregado a Jesús en la Consagración, para que Ella, se lo lleve a su Hijo e interceda por nosotros.