Los días 5 y 6 de Diciembre, y luego de una preparación de dos años, niños que concurrieron a la Vicaría "San Martín de Porres" recibirán a Jesús Eucaristía.
Cuando tomamos la Comunión recibimos a Jesucristo que está real y verdaderamente presente. El se ofrece por nosotros.
Jesucristo instituyó la Eucaristía el día de Jueves Santo, en la última Cena.
Debemos tener presente que Jesucristo empieza a estar en la Eucaristia en el momento de la consagración.
La Hostia antes de la consagración es pan de trigo y después de la consagración es el Cuerpo de Jesucristo.
En el cáliz antes de la consagración hay vino con unas gotas de agua y después de la consagración está la Sangre de Jesucristo.
Después de la Consagración no queda pan y vino, sino sólo las especies o accidentes del pan y del vino, o sea, lo que perciben los sentidos, como la figura, el color, el sabor, etc. Jesucristo está en la Eucaristía todo entero en todas y cada una de las partes de las sagradas especies.
Recibimos a Jesucristo en la Sagrada Comunión para que sea alimento de nuestras almas, nos aumente la gracia y nos dé la vida eterna.
Para recibir bien la Sagrada Comunión debemos estar en gracia de Dios, guardar el ayuno eucarístico y saber a quien recibimos.
Está en gracia de Dios el que está limpio de pecado mortal, se recomienda acercarse al sacramento de la Reconciliación al menos una vez al mes o cada veinte (20) días.