Dios se ha hecho uno de nosotros, vino a nacer en el seno de una familia.
Hoy contemplamos a Jesús formando parte de una familia humana como las nuestras, con María y José que lo cuidan y le quieren, y donde él va abriéndose camino en este mundo.
La familia es Gracia de Dios, es el fruto del amor creador y redentor de Dios.
En el Evangelio vemos como actúa cada integrante de
Jesús desde niño, demuestra que es el Hijo de Dios y que cumple fielmente lo que su Padre le manda. Lc 2, 51. Él obedecía a su madre y a su padre adoptivo, y permanecía siempre junto a ellos. "El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y
En medio de una fuerte crisis en torno a la integridad de la familia, Dios Amor nos brinda nuevamente el modelo pleno de amor familiar al presentarnos a Jesús, María y José. En
Imitando a la familia de Nazareth, nuestra familia debe vivir en la comunidad indisoluble de amor y de vida, fundada en la donación esponsal del varón a la mujer y de la mujer al varón, abierta al don de la vida: a los hijos.
Rezamos por nuestras familias y por todas las familias del mundo, cada una con sus alegrías, con sus dolores, con sus temores y sus esperanzas. Por todas aquellas familias que tienen a Dios como el centro de sus vidas y por aquellas que no creen, por las que están atravesando crisis, por las que se han destruido y por aquellas que cada día se fortalecen y se consolidan en el Amor.
Hoy en