Novena al Señor del Milagro
1° Día: “Jesús nos llama a orar”
Celebrante: En el Nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo.
Asamblea: Amén.
Celebrante: Pidamos perdón al Señor de nuestros pecados.
-
Tú
que nos has hecho renacer por el agua y el Espíritu:
Señor,
ten piedad.
-
Tú
que enviaste el Espíritu Santo para crear en nosotros un corazón nuevo:
Cristo,
ten piedad.
-
Tú
que eres el autor de la salvación eterna:
Señor,
ten piedad.
Celebrante: Dios todo poderoso tenga misericordia de
nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
Celebrante: OREMOS: “Dios todo poderoso y eterno, que
nos has dado en tu Hijo el modelo de toda vida de oración, concédenos que su
ejemplo nos impulse a vivir siempre como verdaderos hijos tuyos. Por Jesucristo
nuestro Señor”
Asamblea: Amén.
Del
evangelio Según San Mateo: 7,7-10
Pidan y
se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá. Porque todo el que pide,
recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá. ¿Quién de
ustedes, cuando su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pez, le
da una serpiente? Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus
hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará cosas buenas a aquellos que se las
pidan!
Palabra
del Señor
Breve momento de
silencio
Meditación: De una homilía de San Juan Pablo
II
En muchas ocasiones, Jesús se separaba
de sus discípulos y se retiraba a solas para orar a su Padre. Todos los grandes
momentos de la vida del Señor están precedidos por esos largos ratos de
oración. En los evangelios leemos que fue durante la oración de Jesús cuando se
manifestó el amor del Padre y se reveló la comunión de la Trinidad. Es en la
oración donde aprendemos el misterio de Cristo y la sabiduría de la Cruz. En la
oración percibimos, las necesidades reales de nuestros hermanos, en la oración
nos fortalecemos para la misión que Cristo comparte con nosotros.
Debemos pedir la gracia para “aprender
a rezar” para destinar el momento de nuestro día y “hablar a nuestro Padre que escucha en lo secreto” (Mt. 6,6) La más
alta aspiración del corazón del hombre es hablar con Dios, hacer oración. Pero
esta supone confianza, veneración y respeto. Nuestra oración diaria nos
mantendrá vigilantes, nos fortalecerá en las tribulaciones y nos llenara de
alegría durante nuestros gozos.
Celebrante: A nuestro Señor del
Milagro le pidamos la gracia de ser una comunidad orante.
Que busque siempre
recogerse en un dialogo de amor con Él. Lo pedimos por intercesión de su Madre,
nuestra Señora del Milagro: Dios te Salve María…
Celebrante: Recemos la oración al
Señor del Milagro: (para todos los días)
Señor, abre tus ojos y mírame con piedad
y misericordia; hazme ver las cosas de este
mundo con tal indiferencia a que solamente
contemple las tuyas para que te pertenezca
del todo y me salve; guía mi memoria,
entendimiento y mis pasos por el buen
camino a fin de poder llegar un día a tu
santa gloria. Escúchame, Señor nuestro
cristo crucificado.
Abre Señor tus labios y dime que me
perdonas, que me ayudarás a obrar
siempre el bien y saber perdonar las ofensas
que me hagan. Librame, Señor, del mal uso
de la palabra y de las murmuraciones.
Acercame Señor a tu Corazón Santísimo con aquel amor
divino con que abrazaste tu Santa Cruz para salvarnos
y haz que yo también abrace resignadamente mi cruz
dándome humildad, paciencia y fortaleza para todos
los trabajos de esta vida.
(se pide lo que se desea conseguir)
Y tú, Madre amada del Milagro, pide también a tu Santísimo
hijo que nada puede negarte, todo lo que acabo de suplicarte.
Acógeme bajo tu amparo y protección todos los días de mi
vida y especialmente en la hora de mi muerte. Amén.
y misericordia; hazme ver las cosas de este
mundo con tal indiferencia a que solamente
contemple las tuyas para que te pertenezca
del todo y me salve; guía mi memoria,
entendimiento y mis pasos por el buen
camino a fin de poder llegar un día a tu
santa gloria. Escúchame, Señor nuestro
cristo crucificado.
Abre Señor tus labios y dime que me
perdonas, que me ayudarás a obrar
siempre el bien y saber perdonar las ofensas
que me hagan. Librame, Señor, del mal uso
de la palabra y de las murmuraciones.
Acercame Señor a tu Corazón Santísimo con aquel amor
divino con que abrazaste tu Santa Cruz para salvarnos
y haz que yo también abrace resignadamente mi cruz
dándome humildad, paciencia y fortaleza para todos
los trabajos de esta vida.
(se pide lo que se desea conseguir)
Y tú, Madre amada del Milagro, pide también a tu Santísimo
hijo que nada puede negarte, todo lo que acabo de suplicarte.
Acógeme bajo tu amparo y protección todos los días de mi
vida y especialmente en la hora de mi muerte. Amén.
SOLEMNES FIESTAS EN HONOR AL SEÑOR DEL MILAGRO
"Tú eres nuestro y nosotros, siendo tuyos, somos bienaventurados"
Novena: del 8 al 16 de Septiembre
Fiesta Solemne: 17 de Septiembre
Viernes 8 de septiembre
Natividad de la Santísima Virgen María.
“Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos”
19:00 hs. Rezo del Rosario y confesiones.
19:30 hs. Adoración al Santísimo y rezo de la novena.
20:00 hs. Santa Misa: Rezamos por las intenciones de la comunidad: Virgen del Carmen y San Andrés - Apostolado de la Oración.
Iglesia "Señor del Milagro": Calle Guido esquina Grassi, Barrio Evita, La Rioja - Argentina