
El pueblo riojano, es Mariano, y quedó demostrado con la masiva participación en la Fiesta de la Madre.
Niños, jóvenes, adultos y ancianos, sanos y enfermos, todos dijimos presentes, agasajando a la Madre, con cantos, bombos, rezos, bombas, -trayendo a pie y en vehículos-, distintas imágenes, y participando de las misas y de la procesión.




¡Madre, en tu Inmaculada Concepción, Llévanos a tu Hijo Jesús y Ruega por nosotros y por el Mundo Entero!

