lunes, 27 de agosto de 2012

SANTA MÓNICA


Mónica nace Argelia (África). Sus padres la educaron en el cristianismo y la casaron con un hombre mayor que ella y pagano llamado Patricio, un hombre muy enérgico y de temperamento violento. Ella deseaba dedicarse a la vida de oración y de soledad (como su nombre lo indica) pero sus padres dispusieron que tenía que casarse.

Mónica iba a la iglesia cada día y soportó con paciencia el adulterio y las palizas violentas de su marido. Se ganó el afecto de su suegra en poco tiempo e incluso convirtió a Patricio al cristianismo y calmó su violencia.

Mónica tuvo tres hijos. Uno de ellos fue San Agustín, que le dio muchas alegrías por sus éxitos en los estudios, pero también la hizo sufrir por su vida descarriada llena de vicios, pecados y sin sabores. Mónica envió a Agustín al obispo para que lo convenciera de sus errores, pero el obispo le aconsejó a Mónica que siguiera rezando por su hijo, diciéndole "no se perderá el hijo de tantas lágrimas".

A la edad de 28 años, Agustín acogió la gracia de Dios y se convirtió al cristianismo y recibió el bautismo. Mónica se reunió con él al morir Patricio. Cuando Agustín se preparaba para partir a África, Mónica murió en Ostia, Italia, deja este mudo en la paz total de su alma sabiendo que su hijo ya era cristiano.

Santa Mónica es puesta por la Iglesia como ejemplo de mujer cristiana, de piedad y bondad probadas, madre abnegada y preocupada siempre por el bienestar de su familia, aún bajo las circunstancias más adversas.

A ella le rezan y se encomiendan las mujeres viudas, para pedirle fortaleza, paciencia, mansedumbre, alegría, dulzura y paz para poder educar solas a sus hijos y también las esposas que desean convertir a sus esposos.

Oración

Santa Mónica, te pedimos en este día que nos ayudes a vivir nuestra vocación cerca de Dios, confiando siempre en que la oración constante y sencilla es un instrumento eficaz para transformar los corazones de quienes nos rodean.
Amén.