Padre nuestro, que estás en el Cielo,
en esta época de arrepentimiento,
ten misericordia de nosotros.
Con nuestra oración, nuestro ayuno y nuestras buenas obras,
transforma nuestros corazones a tu Palabra,
sana nuestras heridas del pecado,
ayúdanos a hacer el bien en este mundo.
Que transformemos la oscuridad y el dolor en vida y alegría.
Concédenos estas cosas por nuestro Señor Jesucristo. Amén.