Origen del Rosario
Nuestro Señor enseñó estas invocaciones a una humilde hermana del Monasterio de la Visitación de Santa María de Chambery (Francia): Sor María Chambón, que falleció el 24 de Marzo de 1907. Este Rosario fue aprobado por el Papa Pio X.
¿Qué dijo el Maestro Divino de este Rosario de las Llaga?
- "Debes repetir con frecuencia cerca de los enfermos esta invocación: “JESÚS MÍO, PERDÓN Y MISERICORDIA POR LOS MÉRITOS DE TUS SANTAS LLAGAS”. Esta oración aliviará su alma y cuerpo.
- “Mis Santas Llagas son un bálsamo reconfortante en el sufrimiento” “Mis Llagas cubrirán las tuyas” “Las Santas Llagas tienen un poder maravilloso para la conversión de los pecadores” “Por mis Santas Llagas pueden merecer y obtener lo que sea conveniente para todas sus necesidades, sin detallarlas”.
- “Con estas invocaciones son más poderosos que un ejército para detener a mis enemigos”
- “Así como hay un ejército levantado para el mal, hay también un ejército levantado por Mí”.
- “El alma que durante su vida ha honrado y aplicado las Llagas de nuestro Señor Jesucristo, y las ha ofrecido al Padre Eterno por las almas del Purgatorio, será acompañada en el momento de la muerte por la Santísima Virgen y los ángeles. Nuestro Señor en la Cruz, resplandeciente de gloria, la recibirá y la coronará”.
- "Concederé todo cuanto me pidas con la invocación de mis Santas Llagas”
- “El que esté necesitado, que venga con fe y confianza, y saque constantemente del tesoro de mi Pasión y de los agujeros de mis Llagas”
- “Es necesario propagar esta devoción”.
Rosario
por las Santas Llagas de Jesús
Se
reza utilizando el Rosario común (Se pueden rezar 5 o 15 misterios)
Al comenzar decimos:
– Oh! Jesús, Redentor Divino, sé
misericordioso con nosotros y con el mundo entero.
– Santo Dios, Santo Fuerte, Santo
Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.
– Jesús mío, perdón y misericordia. Cúbrenos
de los peligros con tu preciosa Sangre.
– Eterno Padre, ten misericordia de
nosotros por la Sangre de Jesucristo, tu único Hijo. Amén
En
las cuentas del Padre nuestro se dice:
Eterno Padre, yo te ofrezco las Llagas
de nuestro Señor Jesucristo, para curar las llagas de nuestras almas.
En
las cuentas del Ave María se dice:
Jesús mío, perdón y misericordia: por
los méritos de tus Santas Llagas.
Al terminar el Rosario se dice tres
veces:
Eterno Padre, yo te ofrezco las Llagas
de nuestro Señor Jesucristo, para curar las llagas de nuestras almas. Amén