viernes, 5 de diciembre de 2014

Séptimo día de novena a la "Inmaculada Concepción de María" - Año 2014


+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo . AMÉN.


Lema: JUNTO A MARÍA CAMINAMOS EN FAMILIA AL ENCUENTRO DEL SEÑOR.



Introducción:
  Estamos en este séptimo en la Casa  de Dios y es nuestra Santísima Virgen la que nos llama a entrar en el refugio del amor y la misericordia de su Hijo Jesús.

Oración inicial:

¡Virgen Santísima, que agradaste al Señor y fuiste su Madre; inmaculada en el cuerpo, en el alma, en la fe y en el amor! Por piedad, vuelve benigna los ojos a los fieles que imploran tu poderoso patrocinio. La maligna serpiente, contra quien fue lanzada la primera maldición, sigue combatiendo con furor y tentando a los hijos de Eva. ¡Ea, bendita Madre, nuestra Reina y Abogada, que desde el primer instante de tu concepción quebrantaste la cabeza del enemigo! Acoge las súplicas de los que, unidos a ti en un solo corazón, te pedimos las presentes ante el trono del Altísimo para que no caigamos nunca en las emboscadas que se nos preparan; para que todos lleguemos al puerto de salvación, y, entre tantos peligros, la Iglesia y la sociedad canten de nuevo el himno del rescate, de la victoria y de la paz. Amén



Cita bíblica

“María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón”

Nuestra Madre, Inmaculada desde su concepción, no olvida los numerosos beneficios que recibe del Señor. Ella custodia todos sus recuerdos… Está atenta a todo lo que el Señor le ha dicho y hecho, y medita, es decir, toma contacto con esos recuerdos y los profundiza en su corazón.
María nos anima a meditar sobre lo que el Señor nos quiere enseñar, sobre cómo está presente y actúa en nuestra vida: ser capaces de meditar y asimilar los misterios de nuestra fe y lo que Dios obra en nosotros.
Pidamos a María que interceda ante Nuestro Señor para que podamos guardar en nuestro corazón todos los tesoros recibidos. Que sepamos ser agradecidos y reconocer al Señor que habita en nosotros.



A cada intención respondemos:

Madre Santísima intercede por nuestras necesidades.

- Por los que siguen a Jesucristo en servicio a los demás y en pobreza. Que el Señor los bendiga y los acompañe en su entrega. Oremos.
   Por los seglares cristianos que se esfuerzan por ser fieles al Evangelio en la vida de cada día. Oremos.
  Por los hombres, mujeres, ancianos, personas que viven la guerra y el hambre. Que el Señor toque el corazón de los responsables de tanto dolor, y a nosotros nos mueva a la solidaridad. Oremos.
    Para que el Señor bendiga a todos los que están lejos de sus lugares de nacimiento y siempre sientan la acogida y la solidaridad. Oremos.
     Para que el Señor nos haga crecer la fe, en la esperanza y en la caridad. Oremos.
    Por todos los habitantes de nuestro pueblo que están lejos para que nunca olviden sus raíces y sientan un amor profundo a la Virgen allí donde estén. Oremos.
     Por nosotros, para que, como María, sepamos ser portadores de Jesús a todos los que están a nuestro alrededor. Oremos.


***   AVE MARÍA ***

Oración



Virgen María, Madre del Bello Amor, Madre que nunca ha abandonado a uno de sus hijos que implora por tu ayuda. Madre cuyas manos trabajan sin tregua por sus hijos tan amados, porque son frutos  del amor Divino y de la infinita misericordia que sale de tu corazón. 
           Vuelve hacia mí tu mirada llena de compasión. Mira el cúmulo de ”nudos” en mi vida. Conoces mi desesperación y mi dolor. Sabes cuánto me paralizan estos nudos María, Madre encargada de Dios, de desatar los “nudos” de la vida de sus hijos, pongo nuevamente 
la cinta de mi vida en tus manos. En tus divinas manos no hay “nudo” que no pueda ser desatado. Madre Omnipotente, con la gracia y Tu poder de intercesión con tu hijo Jesús, mi salvador eres el único consuelo que Dios me ha dado.
Eres la fortaleza de mis fuerzas precarias, la riqueza de mis miserias, la liberación de todo lo que me impide de estar con Cristo. Acoge mi llamada. Presérvame, guíame, protégeme, se mi refugio. María que desata los nudos, ruega por mi. Madre de Jesús y Madre nuestra, María Santísima Madre de Dios; tú sabes que la vida nuestra está llena de nudos pequeños y grandes. Nos sentimos sofocados, aplastados, oprimidos e impotentes en resolver nuestros problemas. Confiamos en ti, virgen de paz y de misericordia. Nos dirigimos al padre por Jesús Cristo en él Espíritu Santo, unidos a todos los ángeles y a los santos. María  coronada de doce estrellas que aplasta con tus santísimos pies la cabeza de la serpiente y no nos dejas caer en las tentaciones, libéranos de cada esclavitud, confusión e inseguridad. 
  Danos tu gracia , danos  tu Luz, danos tu paz. AMÉN 

           AVE MARIA PURÍSIMA … SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA … SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA …. SIN PECADO CONCEBIDA



En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén