sábado, 2 de enero de 2016

Mensaje del Obispo Marcelo Colombo, en la Procesión de san Nicolás de Bari: 1 de Enero de 2016



Mis queridos hermanos,

Una vez más hemos venido a este Santuario donde se cultiva la comunión espiritual de los riojanos en la fiesta de nuestro Padre y Patrón tutelar San Nicolás.

“Año nuevo pacarí, Niño Jesús cancha” hemos rezado junto a los aillis.  “Amanece el Año Nuevo, ilumina el Niño Jesús.” Esa certeza de una luz que no viene de nosotros mismos pero que nos alcanza y abre paso frente a las dificultades del camino, nos llena de alegría y de confianza. No estamos solos. El Señor viene con nosotros.  

Año de la Misericordia
Celebramos con toda la Iglesia un Año de la Misericordia convocado para volver a Dios, quien nos espera en su ternura y fidelidad.

“Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia. Es fuente de alegría, de serenidad y de paz. Es condición para nuestra salvación. Misericordia: es la palabra que revela el misterio de la Santísima Trinidad. Misericordia: es el acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro. Misericordia: es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida. Misericordia: es la vía que une Dios y el hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados para siempre no obstante el límite de nuestro pecado.” (Francisco, Misericordia vultus, n. 2).

El Año de la Misericordia es así, para todos nosotros, una gran oportunidad para crecer espiritual, personal y socialmente, fortaleciendo nuestra amistad con Dios, fortaleciendo nuestros vínculos fraternos,  y resignificando nuestra relación con la Creación y con los bienes materiales puestos a nuestra disposición por el Señor.

XI Congreso Eucarístico Nacional, Tucumán.
La Iglesia argentina celebrará el próximo mes de junio, el XI Congreso Eucarístico Nacional. En el marco del bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional, nos reuniremos junto a Jesús, Pan de Vida y Esperanza de los hombres, para alimentar nuestros deseos de amar y servir.

El Congreso Eucarístico nos invita a unirnos como Iglesia y profesar solemnemente nuestra voluntad de comunión, arraigándola en Aquél que garantiza en plenitud la fe, la esperanza y el amor. Invito a todas las comunidades a prepararnos con entusiasmo para participar de este encuentro tan importante.

Con las palabras de nuestra oración de estos días lo hemos dicho en la sencillez de nuestra centenaria oración: “Valla y valla y Santisi, Santísimo y Sacramento.” “Tu Hijo es el Santísimo, el Santísimo Sacramento.” Que la Iglesia de La Rioja sea testigo feliz de la presencia de Cristo Eucaristía entre los hombres, animando la conversión del corazón para hacernos pan para los hermanos.

40° Aniversario de la muerte de Mons. Angelelli, los padres Murias y Longueville y del laico Wenceslao Pedernera.
En 2016 se cumplirán cuarenta años de la muerte de nuestros queridos Enrique, Carlos, Gabriel y Wenceslao, asesinados en 1976 para acallar el Evangelio de Jesucristo y la aplicación de las enseñanzas del Concilio Vaticano II, que ellos cada uno según su vocación enseñaban con sus propias vidas.

“(…) ese día alguno se puso contento, creyó que era su triunfo pero fue la derrota de los adversarios. Uno de los primeros cristianos tenía una frase linda, “sangre de mártires, semilla de cristianos”, sangre de estos hombres que dieron su vida por la predicación del Evangelio es triunfo verdadero y hoy clama por vida, por vida de esta Iglesia riojana que hoy es depositaria.” (Homilía del Cardenal Bergoglio, La Rioja, 4 de agosto de 2006).

La entrega de sus vidas nos invita a ser una Iglesia que fermente la vida social como la levadura a la masa. En su evocación, tomemos la posta, asumiendo decididamente la conversión de nuestras estructuras pastorales y proclamando a tiempo y a destiempo, con fidelidad creativa, las bienaventuranzas del Reino de Dios, asumiendo el mensaje y los gestos de Jesús de Nazaret.

La amistad social en clave de Tinkunaco.
  Las nuevas autoridades a nivel nacional, provincial y municipal han comenzado a dar los primeros pasos en el desempeño de la misión que el Pueblo les ha confiado. Pedimos a Dios para que Él los ilumine para el bien de todos.

La apasionante tarea de servir pone a los gobernantes en la perspectiva de contribuir al bien de todos por encima de sus propios intereses personales. Es imprescindible profundizar en una institucionalidad respetuosa de la letra y el espíritu de las normas, cuidadosa de la vida de los pobres, alejada de privilegios y de excepciones peligrosas que impliquen la anomia o el desprecio por los valores morales superiores.  Nos toca a los ciudadanos participar a través de los ámbitos que la democracia nos ofrece. La amistad social es la atmósfera y la savia que la sustentan.

La política como el arte de lo posible, encuentra en el diálogo su camino artesanal para alcanzar el consenso social que acompañe y respalde las decisiones de gobierno. En esta perspectiva, vemos muy buena disposición en las autoridades y en los  actores sociales, lo cual nos llena de esperanza y nos compromete como ciudadanos. Por eso, el Tinkunaco es para nosotros, meta y método de la vida en comunidad. Aquel primer encuentro fundacional de la riojanidad inspira este tiempo en que vivimos, donde deben tratarse y resolverse temas de primera importancia para el presente y el futuro de nuestra provincia.

Con el Papa Francisco y en nombre de esta Iglesia en La Rioja les digo: “La Iglesia quiere colaborar en la búsqueda del bien común, desde sus actividades sociales, educativas, promoviendo los valores éticos y espirituales, siendo un signo profético que lleve un rayo de luz y esperanza a todos, especialmente a los más necesitados.” (Papa Francisco, Discurso a la sociedad civil de Ecuador, julio de 2015).

Mis queridos hermanos, los invito a vivir apasionadamente el tiempo que Dios nos ha confiado. Que no transcurra un solo día del próximo año sin que lo hayamos dado todo de nosotros mismos.

Jesús, nuestro Niño Alcalde y buen Pastor, nos asista y acompañe. Que Él ilumine el año 2016 que comienza.

¡San Nicolás, Padre y Patrón tutelar, ruega por nosotros!



La Rioja, 1° de enero de 2016

+Marcelo Colombo, Padre Obispo de La Rioja