viernes, 3 de octubre de 2014

Primer viernes del mes de Octubre de 2014: Hora Santa al Sagrado Corazón de Jesús



Canto  -  Exposición del Santísimo Sacramento

Celebrante: ¡¡¡ Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento!!!
Guía 1: Sea por siempre bendito y alabado Jesús Sacramentado.
En esta Hora Santa, la proximidad de Jesucristo a nuestras almas,…la herida siempre abierta de su pecho, nos habla y nos fuerza dulcemente a atender, al mismo tiempo que los cánticos del cielo, las súplicas y los gemidos que suben del destierro.
El avanza hacia el abismo de nuestra nada, sediento de almas…avancemos también nosotros hacia el abismo de su Corazón hasta sucumbir dichosamente en Él… ¡Oh Jesús, haz que comprendamos el don inefable de tu Divino Corazón!... Y te pedimos nos envíes luz para conocerte y caridad abrasadora para amarte y para hacerte amar en tu Sagrado Corazón.

Canto

Guía 2: Invocación al Espíritu Santo

Ven, Espíritu Creador, visita las almas de los fieles  e inunda con tu gracia los corazones que Tú creaste…Conoces mis pensamientos más secretos y mis deseos más íntimos, buenos y malos, ilumíname y hazme conocer lo bueno para obrarlo y lo malo para detestarlo sinceramente... Aconséjame en mis dudas y vacilaciones, dame la energía necesaria en la lucha contra mis pasiones, envuelve todo mi proceder en un ambiente sobrenatural, haz que me sienta hijo tuyo en todas las vicisitudes de la vida y que acuda a Ti cual niño con afecto filial… Concédeme que te venere y te ame como lo mereces, que ande con cautela en el sendero del bien, que tema el pecado más que ningún otro mal, que prefiera perderlo todo antes que tu gracia y que llegue un día a aquella feliz morada donde Tú serás nuestra luz y consuelo y cual tierna madre enjugues toda lágrima de nuestros ojos, donde no hay llanto ni dolor alguno sino eterna felicidad.  Así sea. 

Gloria al Padre… (3 veces)

Canto  -  Pausa

Guía 1:
Frente a nuestras actitudes violentas, frente a los hechos que nos hacen perder la paz, contemplemos el corazón de Cristo y pidamos tener sus mismos sentimientos; “revístanse de sentimientos de tierna compasión, de bondad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia”. (Col. 3, 12).
Todos juntos diremos ¡Alma de Cristo, santifícame! Y con estas palabras le estaremos diciendo a Jesús: “Señor, manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo”.
**Para que seamos mansos y humildes.
**Para que tengamos hambre y sed de justicia.
**Para que seamos misericordiosos
**Para que seamos puros de corazón.
Canto

Guía 2: Perdón
Lectura del Evangelio de San Lucas
Habiendo entrado en Jericó, atravesaba la ciudad, había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos y rico.  Trataba de ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la gente, porque era de pequeña estatura.  Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, pues iba a pasar por allí.  Y cuando Jesús llegó a aquel sitio, alzando la vista, le dijo: “Zaqueo, baja pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa”.  Se apresuró a bajar y le recibió con alegría.  Al verlo, todos murmuraban diciendo: “Ha ido a hospedarse en casa de un hombre pecador”.  Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: “Daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré el cuádruplo”.  Jesús le dijo: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abraham, pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido”.
Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús

Pausa para meditar….

Tu tierna Madre y tu Cruz son testigos de tu amabilísima palabra.  La Virgen María ha recogido celosa, en beneficio de los pecadores tus lágrimas de sangre.  En unión con Ella, buena, misericordiosa, refugio de pecadores y caídos, te pido por aquellos que al ofenderte no saben lo que hacen… El mundo les condena inexorable, pero Tú que conoces la flaqueza humana y que lees tan adentro de esas almas infelices, Tú Jesús, ten piedad, ten paciencia, ten perdón en tu amable Corazón… Te ruego, en nombre de tu Eucaristía, perdónalos Jesús y escribe sus nombres desde luego en el libro de la vida….
Todo lo que tengo Jesús, Tú me lo has dado. Todo lo que sé Tú me lo has enseñado…Qué valgo yo, sin no estoy a tu lado? ¿Qué merezco yo, si a ti no estoy unido?
¡Perdóname los yerros que contra ti he cometido!  Pues me creaste sin que lo mereciera.  Y me redimiste sin que te lo pidiera…Mucho hiciste en crearme, mucho en redimirme y no serás menos poderoso en perdonarme; pues la mucha sangre que derramaste y la acerba muerte que padeciste, no fue por los ángeles que te alaban, sino por mi y demás pecadores que te ofenden…Si te he negado, déjame reconocerte, si te he injuriado, déjame alabarte, si te he ofendido, déjame servirte, porque es más muerte que vida la que no está empleada en tu santo servicio.
Acepta, Señor, el grito de expiación que un pesar sincero arranca de nuestras almas afligidas… Ellas te piden piedad…por mis pecados, por los de mis padres, hermanos y amigos… ¡Piedad, oh Divino Corazón!

Canto

Guía 1: Adoración

La tierra en que ahora te adoramos es tierra santa… Aquí está realmente Jesús, el maestro compasivo, el amigo, la víctima adorable del Calvario… A su sombra, de inefable paz, San Juan y Margarita María parecen acercarse a este altar para compartir con nosotros el secreto que al descansar sobre su Corazón les confió el Prisionero del amor… ¡Solos con Jesús!... ¡Qué delicia!... ¡Solos Con Él, compartiendo su solead y su agonía!...
Ahora escucho su vos que nos dice: háblame tu alma dichosa, háblame en íntima confianza…aquí me tienes, benigno y manso, soy Jesús de Nazaret… ¿Qué podría negarte en esta Hora Santa, en que has venido a compartir mis abandonos y mis agonías?... Aquí tienes, te entrego el Corazón que tanto te ha amado… llámame y seré mil veces tuyo, consuélame con todo el amor de tu alma… adórame, yo soy Jesús.

Pausa

Respondemos: Venga a nosotros el reinado de tu amante Corazón

**Antes que Satán y el mundo te arrebaten las conciencias y profanen en tu ausencia todos los estados de la vida, adelántate Jesús y triunfa en los hogares, reina en ellos por la paz inalterable prometida a los que te reciben con hosannas.
**Ven porque eres fuerte, Tú el Dios de las batallas de la vida, ven, no demores, porque muchos padecen aflicciones y amarguras que Tú solo prometiste remediar.
**Sé Tú el éxito prometido en nuestros trabajos, sólo Tú la inspiración y recompensa de todas las empresas.
**Son tantos Maestro, los indiferente a quienes debes inflamar con esta admirable devoción… “Aquí está la vida”, nos dijiste, mostrándonos tu pecho atravesado… permite que ahí bebamos el fervor, la santidad a que aspiramos.
**Pon palabras de fuego, persuasión irresistible, vencedora, en aquellos sacerdotes que te aman y que te predican como Juan, tu Apóstol regalado, y a cuantos enseñen esta devoción sublime, a cuantos publiquen sus inefables maravillas, resérvales, Jesús, una fibra vecina a aquélla en que tienes grabado el nombre de tu Madre.
**Danos Señor Jesús, el cielo de tu Corazón a cuantos compartimos esta Hora Santa y por la comunión de los primeros viernes, cumple con nosotros tu promesa.

Canto

Guía 2: Alabanza

 Divino Salvador, cubierto de confusión me postro en tu presencia y dirigiendo mi vista al solitario Tabernáculo, siento oprimido el corazón al ver el olvido en que te tienen relegado tantos de los redimidos.  Pero ya que con tanta condescendencia permites que esta Hora Santa una mis lágrimas a las que vertió tu benigno Corazón, te ruego, Jesús, por aquellos que no ruegan, te bendigo por tantos que te maldicen, y te alabo y te adoro en todos los sagrarios de la tierra.

Pausa

De mí no te he hablado, porque me he confiado sin reservas a tu Divino Corazón… Tú que tanto me amas no querrás seguramente olvidarme. ¡Oh Jesús: escucha mi plegaria, inclínate y atiéndeme benigno…

Respondemos: Corazón de Jesús, tesoro de ternura, tu eres mi dicha, mi única esperanza.

**Cuando los ángeles de tu Santuario te bendigan en la Hostia Sacrosanta, sus alabanzas son las mías, acuérdate del pobre siervo de tu Divino Corazón.  
**Cuando las almas justas de la tierra te alaben encendidas en amor, acuérdate del pródigo, rescatado por tu Sagrado Corazón.
**Cuando tus sacerdotes, las vírgenes del templo y tus apóstoles te aclamen Soberano, te prediquen a las almas y te entronicen en los pueblos, su celo y sus ardores son los míos, acuérdate del apóstol de tu Divino Corazón.
**Cuando en la Hora Santa, tus alamas regaladas, amando y reparando, te hagan olvidar abandonos, sacrilegios y traiciones, sus consuelos son los míos, acuérdate de este altar y de esta víctima de tu Divino Corazón.

Canto

Guía 1: Oración a María

Madre de mi Salvador y Madre de la paz, hoy te entrego mi vida con amor.  Así como Jesús, muriendo en la Cruz, se entregó a mí, así yo también me entrego a ti. ¡Guárdame dentro de tú Corazón Inmaculado! Quiero amar a Jesús como tú lo amas, Madre mía.  Enséñame a escuchar la  Palabra del Padre y a hacer siempre su voluntad. Contigo yo quiero aprender a amar a todas las personas como hermanos y hermanas, porque también ellos son hijos tuyos. Me entrego totalmente a ti, para que mi oración se transforme en oración del corazón, en la cual pueda yo encontrar la paz, el amor y la fortaleza necesaria para la reconciliación. A ti mi Señora, te entrego mi pasado, mi presente y mi futuro; mis dones y mis facultades. Quiero crecer junto a ti como lo hizo Jesús.  Haz que en adelante todo mi ser alabe contigo de gozo por su amor y misericordia.  Madre mía te hago entrega de mi familia, de mis seres queridos, de mis amigos, de todos aquellos con quienes trabajo y convivo. María, ayuda a mi corazón a ser siempre fiel a sus inspiraciones divinas, como el tuyo lo fue. Madre de la Paz, permite que por medio de tu intercesión, estas palabras mías sean irrevocables y que nunca más vuelva a ser seducido por el pecado. Amén.

Pausa

 Padrenuestro, Avemaría y Gloria

## Por las intenciones particulares de cada uno de nosotros
## Por los agonizantes y pecadores
## Por el reinado del Sagrado Corazón mediante la Comunión frecuente y diaria, la Hora Santa y la Entronización del Rey Divino en nuestros hogares

Guía 2: Acción de Gracias

Gracias, Corazón de Jesús, porque tú me amas, no obstante mi indignidad; porque te amo, no obstante mi miseria.
Gracias Jesús porque tu presencia bendita en mi morada ilumina mi vida… Porque eres mi fuerza en los desfallecimientos de mi alma… Porque eres mi consuelo en las angustias de mi corazón… Porque eres mi luz en las oscuridades de mi camino… Porque eres mi riqueza en mi pobreza…Porque si me has quitado mucho, me has dejado todavía mucho más… Porque tú eres la belleza, la bondad, la verdad resplandeciente de la que mi alma está sedienta… Por haberme hecho encontrar tantos corazones nobles y buenos…
¡Oh mi buen Maestro! Te doy gracias de todos los bienes que poseo todavía y de todos aquellos que espero de tu misericordia infinita en este mundo y en el otro para mí y para todos aquellos que me son queridos.
Bendice este apostolado con gracias de fecundidad, Jesús amado…Tu gloria es nuestra sola gloria, tus intereses, nuestros únicos intereses, tu amor, nuestro amor supremo, porque según tu gran misericordia, tu Corazón es centro, corazón y vida nuestra. ¡Gracias, Señor Jesús!  ¡Oh, gracias por la vocación de gloria inmerecida al constituirnos en los dispensadores del amor y de la gloria de tu Corazón misericordioso!     

CANTO

Ritos Conclusivos

Se retira el Santísimo Sacramento.