sábado, 30 de noviembre de 2013

Primer Domingo de Adviento: “SOMOS LLAMADOS A LA VIGILANCIA” – Nuevo Año Litúrgico (Ciclo “A”) – Liturgia





Dentro de cuatro semanas celebraremos la Navidad, el nacimiento de  Jesús. A estas semanas las llamamos Tiempo de Adviento, que significa “advenimiento”, “venida”.

Con el Adviento comienza un nuevo Año Litúrgico. Este año corresponde al “ciclo A” cuya característica es leer, habitualmente, el evangelio de san Mateo.

El color litúrgico del Adviento es el morado. Durante este tiempo, no se reza el Gloria que retomaremos solemnemente en la Misa de Nochebuena.

El momento de prepararnos a celebrar, llenos de esperanza, la llegada de Dios que toma rostro humano. ¡Esperamos a Jesús!

Este primer domingo de Adviento remarca la atenta y esperanzada vigilancia con que el cristiano espera a Jesús que viene a nuestro encuentro.

Vigilar significa estar atentos, salir al encuentro del Señor, que quiere entrar, este año más que el pasado, en nuestra existencia, para darle sentido total y salvarnos.

Durante esta primer semana las lecturas bíblicas y la predicación son una invitación con las palabras del Evangelio: "Velen y estén preparados, que no saben cuándo llegará el momento".

Es importante que, como familia nos hagamos un propósito que nos permita avanzar en el camino hacia la Navidad; ¿qué te parece si nos proponemos revisar nuestras relaciones familiares? Como resultado deberemos buscar el perdón de quienes hemos ofendido y darlo a quienes nos hayan ofendido para comenzar el Adviento viviendo en un ambiente de armonía y amor familiar. Desde luego, esto deberá ser extensivo también a los demás grupos de personas con los que nos relacionamos diariamente, como la escuela, el trabajo, los vecinos, etc.

Esta semana, en familia al igual que en cada comunidad parroquial, encenderemos la primera vela de la Corona de Adviento, color morada, como signo de vigilancia y deseos de conversión.


Liturgia de la Palabra

Primera lectura: Is 2,1-5

Isaías anuncia que llegará el tiempo del Señor, tiempo de prosperidad y paz.

Salmo: 121, 1-2. 4-9

En consonancia con este anuncio, el salmo expresa la alegría de quien va a encontrarse con el Señor.

Segunda lectura: Rom 13, 11-14

Como se acerca el día de la llegada del Señor, san Pablo nos exhorta a abandonar las obras del pecado y revestirnos de Cristo.

Evangelio: Mt 24, 37-44


A través de dos ejemplos, Jesús nos estimula a estar atentos y vigilantes esperando su venida.