viernes, 2 de abril de 2010

JUEVES SANTO


Monumento a Nuestro Señor Jesús




Lavado de los Pies


El Jueves Santo Jesús nos enseña a servir y al lavarle los pies a los discípulos, les dice que ser de Dios es servidor de los demás. No bastaba solo con saberlo, sino que hace falta ponerlo en práctica cada día.
Nuestro sacerdote repitió el gesto de lavar los pies de doce personas que representaron a nuestra Comunidad, para recordarnos las enseñanzas de Jesús.
Como si no fuesen suficientes las muestras de Amor, Nuestro Señor Jesucristo, instituye la Eucaristía y el Ministerio Sacerdotal, el Jueves Santo, para que podamos tenerle siempre con nosotros, bajo la apariencia del pan y del vino.
Luego de la Cena del Señor, Jesús fue resevardo en el Monumento especialmente realizado para la adoración, no solo de nuestra comunidad, que acompañó a Jesús y a la Madre de los Dolores, durante toda la velada con oración y canto, sino también de todos aquellos hermanos que distintos lugares de la Ciudad vinieron a orar en las horas de agonía de nuestro Señor.
Fue maravilloso ver como tantos hermanos se reconciliaron con Dios, a través del Sacramento de la Confesión, que se extendió hasta las cuatro de la madrugada.