
"El Alma que acuda a la Confesión y que reciba la Sagrada Comunión, obtendrá la remisión total de las culpas y del castigo... Que el alma no tema acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como la grana".
Promesas a los que propaguen esta Devoción: "A las almas que propaguen la devoción a mi Misericordia, las protejo durante toda su vida como una madre cariñosa protege a su niño recién nacido y a la hora de la muerte no seré para ellas Juez sino Salvador misericordioso. Las almas que adoren mi Misericordia y propaguen la devoción a ella invitando a otras almas a confiar en mi Misericordia, no experimentarán terror en la hora de la muerte. Mi Misercordia les dará amparo en este último combate".
Luego en las cuentas del Avemaría, imploramos al Padre Eterno: "Por su dolorosa Pasión, ten Misericordia de nosotros y del Mundo".Al final se repite 3 veces: "Santo Dios, Santo Fuerte, santo Inmortal, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Y después, es bueno terminar con una Salve a la Virgen
Condiciones para alcanzar las gracias
Confianza: "Cuanto más confía un alma, tanto más alcanza". "Si tu confianza es grande, mi generosidad no tendrá límites. Lo que más hiere a mi Corazón es el pecado de la desconfianza". "Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en mi Misericordia". "Que se acerquen a ese mar de misericordia con gran confianza. Los pecadores obtendrán la justificación y los justos serán fortalecidos en el bien. Al que haya depositado su confianza en mi misericordia, en la hora de la muerte le colmaré el alma con mi paz divina".
Misericordia con el prójimo: "Si un alma no practica la misericordia de alguna manera, tampoco la alcanzará en el día del juicio. Oh, si las almas supieran acumular los tesoros eternos, no sería juzgadas, porque la misericordia anticiparía mi juicio".
Recordemos que las obras de misericordia son: Espirituales: enseñar al que no sabe, dar un buen consejo al que lo necesita, consolar al triste, corregir al que yerra, perdonar las injurias, sufrir pacientemente los defectos ajenos, orar a Dios por vivos y difuntos.
Corporales: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, dar posada al peregrino, visitar a los enfermos, redimir al cautivo, enterrar a los muertos.